El andaluz convive con la enfermedad y con la presión del deporte. “En todos los partidos me pasa algo. Por la tensión y los nervios, mi glucemia se dispara”, cuenta en una charla con EL MUNDO
“Tengo un descontrol constante“. Álex Ruiz (Málaga, 1994) es uno de los mejores jugadores de pádel del mundo haciendo pareja con el argentino Juan Tello y, a la vez, está diagnosticado desde los diez años con diabetes tipo 1, una enfermedad crónica que eleva el nivel de glucosa en sangre y obliga a inyectarse insulina para mantener a raya el azúcar. Nacho Fernández, defensa del Madrid; el tenista Alexander Zverev y la jugadora de baloncesto Lauren Cox son algunos de los deportistas en activo que comparten situación con Ruiz, convertido ya en uno de los iconos de la lucha contra los prejuicios sobre esta enfermedad.
“El cuerpo sufre un montón de cambios muy bruscos, que no te esperas, y tengo que darle mucha importancia a la recuperación y al dormir. El dormir y el comer bien afecta muchísimo a la glucemia”, resume en una charla con EL MUNDO, admitiendo que “es una situación muy tensa”. El estrés del deporte, especialmente de un pádel en el que muchos puntos se deciden en los famosos puntos de oro para desempatar los juegos, tampoco le ayuda. Al contrario. “Me afecta mucho la presión y la tensión. Me desestabiliza. También sufro mucho por los cambios de horario y de clima”.
- ¿Recuerda algún partido en el que le haya afectado mucho?
- En todos me pasa algo. Es difícil por el tema del azúcar, que te quedas sin fuerza. Y luego al final de los partidos, por la tensión y los nervios, mi glucemia se dispara. Siempre. Digamos que a partir de 250 miligramos de glucemia por decilitro en sangre los médicos te recomiendan que no realices ningún tipo de actividad porque puede ser peligroso, y yo en el final de los partidos suelo estar en 300. Intento controlarlo y adaptarme.
¿La solución? La insulina. Pero ésta también es cambiante. “El cuerpo cambia todo el rato y tengo herramientas para solventarlo, pero por ejemplo una dosis de insulina que antes me iba bien, a lo mejor ahora no me va bien. No hay un patrón que puedas establecer y seguir en tu día a día porque es un cambio constante”.
Cuando le diagnosticaron la enfermedad, a Ruiz le dijeron que no se iba a poder dedicar a ningún deporte. Un estigma que todavía prevalece a día de hoy y que le ha convertido en un referente para los jóvenes que sufren de diabetes. “Más presión”, bromea el atleta de Adidas, que acaba de presentar su nueva pala Adipower Multiweight Ctrl. “Los niños tienen las mismas dudas que yo e intento ayudarles. Les puedo decir que me dedico a lo que me gusta y poder reflejar eso en la sociedad me enorgullece. No tengo una diabetes perfecta porque eso no existe, pero sí lo llevo lo mejor posible. Cada diabetes es un mundo y a lo mejor cosas que a mí me van bien a otra persona no”, asegura.
El calendario del pádel, otro problema
El mundo del pádel vive inmerso en la polémica constante entre los circuitos. Ahora mismo hay tres: World Padel Tour, Premier Padel (liderado por Al-Khelaifi) y A1 Padel (propiedad de Fabrice Pastor). La exclusividad que exige WPT a sus estrellas ha sido el detonante de la inmensa mayoría de discusiones que se han producido en los últimos meses. Mientras, A1 gestiona a sus propios jugadores, que no juegan ninguno de los otros dos torneos, y Premier quiere en sus eventos a los mejores, aunque le cueste miles de euros en indemnizaciones. Eso genera un calendario caótico que no frena nunca y en el que los jugadores no pueden parar para no perder puntos ni dinero. Mientras Premier y WPT negocian, muchos de ellos ya han caído lesionados fruto de la presión y el esfuerzo. “El problema es que tenemos que jugar World Padel Tour sí o sí este año y tenemos que jugar Premier porque es el futuro. Lo que exigimos para los próximos años es que podamos jugar las pruebas que queramos, que sea como el tenis, una media, no un sumatorio como ahora”.
Una de las estrellas, Juan Lebrón, número 1 hasta este año, lleva lesionado varias semanas y su pareja, Ale Galán, ha tenido que buscar nuevo compañero en su ausencia. “Si paras, te pierdes cinco torneos. No puedes, porque los sponsors también te exigen, pierdes puntos del ranking, que al final es lo que más importa…”. La reflexión sobre el calendario es más que necesaria: “El calendario es una locura. De Málaga, con el calor, vamos a ir a Mendoza, con frío invernal. Eso el cuerpo, y más el mío al ser diabético, lo sufre mucho”, analiza al andaluz, que pide cambios para la temporada que viene: “No da tiempo a recuperarse, a trabajar en los errores… Hay muchas lesiones, gente que juega todos los partidos con vendas…”.